Delincuencia en el Callao
- vía La República
- 2 sept 2015
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Autoridades no hacen nada
Manuel Merino, congresista AP-FA.
En los últimos meses hemos sido testigos del incremento de robos y asesinatos por encargo a manos de sicarios. Es preocupante lo que viene sucediendo en el Callao; sin embargo, esto no es una noticia nueva, es conocido el alto grado delictivo que existe en la Provincia Constitucional y ante ello, de cuando en cuando, se llevan a cabo operativos como el que recientemente ha anunciado el ministro del Interior, pero estas intervenciones son temporales y a su término retorna el violento escenario. El desborde de la criminalidad en el Callao indudablemente es responsabilidad de sus autoridades ya que se debió establecer un trabajo articulado en el que se involucre a la PNP, el gobierno regional, los gobiernos locales y a la sociedad civil organizada. De esta manera se debe establecer un trabajo sostenible, de lo contrario solo se estará respondiendo mediáticamente cuando las estadísticas, como las que se han presentado, de un asesinato cada dos días, se difundan en los diferentes medios de comunicación.
Falta apoyo de ciudadanía
César Ortiz, presidente Aprosec.
Estamos a un mes de que se cumplan las facultades otorgadas al Poder Ejecutivo para que legisle en materia de seguridad ciudadana, fortalecer la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado. Son bastante interesantes varios de los decretos legislativos ya promulgados, pero mientras tanto, la ciudadanía debe también estar alerta ante posibles actos delincuenciales. La violencia que se vive en los distritos de Lima e incluso en el Callao es de temer. Este incremento parece restar la importante labor de nuestras autoridades, para lo que se invoca a la población a tomar las medidas respectivas y colaborar con nuestras autoridades en materia de seguridad ciudadana. Es necesario que los ciudadanos establezcan medidas de seguridad estratégica preventivas para no ser el blanco del seguimiento de los delincuentes. La discreción y cautela de nuestro patrimonio así como evitar la rutina de nuestras actividades dificultará la labor de quienes pretendan colocarnos en su lista de posibles víctimas.
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