Zoológicos Penitenciarios
Estimados vecinos, en esta columna no me referiré a los zoológicos como lugares de entretenimiento ya que los animales que habitan en dichos centros de reclusión la pasan bastante mal y a diario. La realidad es bastante triste, a estos animales se les arrebató la libertad y se les confinó a una celda obligados no solo a soportar ir en contra de su propia naturaleza al estar en un espacio totalmente reducido y peor aún siendo atormentados por miles de personas que hacen de su espacio menos “natural” de lo que ya es. Hace poco falleció el Oso Polar Arturo en Argentina, yo me pregunto ¿Qué hace un oso polar en Argentina?, soportando un clima totalmente distinto al que su naturaleza le permite soportar, ¿qué hacen tantos animales fuera de su hábitat solo con la finalidad de lucrar con ellos?.
¿Quién no ha ido alguna vez al zoológico? Ver la cara de resignación de esos animales encerrados y que claramente se puede observar que no son bien alimentados es totalmente dramático; no somos ajenos al rumor que corre cuando se habla del parque de las leyendas, se dice que a los leones se les alimenta con carne de perro; se dice que compran perros a 30 soles, en su mayoría callejeros, etc. Hay un refrán que dice “cuando el río suena, es por que piedras trae”, quisiera que la realidad fuera distinta pero lamento decirles que no; la realidad es crítica y avalada por todos los que van al zoológico, por los que pasan golpeando los vidrios o gritando cuando ven a un animal descansando.
Solo les pido que se pongan a pensar un poco, que pasaría si estamos durmiendo y alguien nos golpea constantemente la puerta y una muchedumbre gritara todo el día; créanme que el resultado sería un estrés crítico, mal humor todo el día entre otros efectos malos de todas maneras; eso justifica que en muchos zoológicos del mundo existen ataques de animales hacia las personas; la única razón no es la naturaleza de los animales, sino el estrés que tienen que soportar todos los días.
En Argentina, en 1988, un niño de 7 años fue atacado por un oso del Parque Cuttini Mundo Animal, arrancándole el brazo, antebrazo y mano izquierda.
El 9 de mayo 1999 en Alicante, España, tres tigres del Safari Park de El Verger atacaron a dos ciudadanos alemanes, matándolos en el momento del ataque.
En mayo de 1985 un león hirió de gravedad a Cristóbal Porras y a su hija Mónica en la reserva Rioleón Safari Park de Albinyana, cerca de El Vendrell (Tarragona).
Lucio García, empleado del madrileño zoo de la Casa de Campo, fue atacado en julio de 1990 por el león al que cuidaba, que le causó heridas de consideración.
En agosto de 1991 Noelia Martín, una niña de 10 años, perdió un brazo al ser mordida por una leona en la Reserva de Rioleón Safari Park de Tarragona.
En 2008, un joven de 30 años fue engullido por una serpiente pitón de 3 metros, en el Zoo Francisco de Miranda de Caracas. El occiso, experto en serpientes y estudiante de biología de la U. de Los Andes llevaba 9 años trabajando en el terrario donde fue atacado por la boa.
Tatiana, una tigresa siberiana, escapó el año 2007 de un recinto de baja calidad ubicado en el zoológico de San Francisco, y la mataron a tiros después de haber matado a una persona y herir a otros. Un año antes, Tatiana había mutilado a uno de los cuidadores de dicho zoológico.
Este y muchos ataques mas podrían ser evitados, esta realidad solo depende de ti, en tu
s manos está el dejar de llenar los bolsillos a los que lucran con estos animales. No vayas al Zoológico, no visites los centros penitenciarios de animales, no son centros de entretenimiento, son cárceles. Recuerda que los animales sienten como tú.