Los jóvenes de Pueblo Libre no hacen deporte en Pueblo Libre
Pasando el balón y corriendo hasta acabar la calle, antes de llegar a la esquina transitada por vehículos familiares, taxis y una línea de transporte público. ¡El sereno ya llegó para botarnos! ¿A dónde vamos? Aún no es tarde y queremos seguir corriendo y competiendo entre nosotros; sin embargo, debemos irnos a otro lugar para seguir haciéndolo. Nuestro ímpetu nos lleva a buscar opciones para seguir corriendo tras el balón, cruzando las calles y pistas para llegar a “La Roja”, una loza deportiva amplia que se encuentra dentro del parque María Auxiliadora, cerca de la Av. La Alborada, casi al límite de Cercado de Lima con Pueblo Libre. Y sí, debemos salir de nuestro distrito para poder jugar en una loza deportiva amplia y gratuita.
¿Quién no ha gozado jugando con sus vecinos y amigos por las tardes o noches? Desde mi experiencia junto a mis vecinos en Pueblo Libre, he aprendido que son pocos los lugares públicos donde tranquilamente puedes jugar un buen partido de futbol o realizar algún deporte dentro de nuestro distrito. Debería extrañarnos un poco que, a pesar contamos con bastantes áreas verdes alrededor de todo el perímetro distrital, las sedes deportivas dentro de la jurisdicción son escasas y dejan que desear al momento de jugar junto a otros vecinos en sus instalaciones. Y solo me refiero a los deportes más conocidos y jugados en todo nuestro país como el fútbol, básquet o vóley, los demás deportes no tienen un futuro inmediato en nuestro distrito ¿a dónde creen que van todos aquellos jóvenes que desean practicar tenis, natación o cualquier otro deporte? En Pueblo Libre no se quedarán, por supuesto.
Esta falta de espacios deportivos o atléticos dentro del distrito produce la migración de jóvenes vecinos hacia jurisdicciones colindantes que ofrecen mejores ambientes para las prácticas físicas. ¿Cómo entender esto? Las canchas deportivas administradas por la municipalidad en Pueblo Libre son escazas (contamos solo con el Complejo Deportivo Mama Ocllo y Túpac Amaru), su uso llega a ser un poco limitado para los jóvenes puesto que no se logra satisfacer totalmente la demanda y su sus instalaciones no brindan los mejores espacios para un buen juego; además, para los jóvenes vecinos del distrito, no existe tampoco alguna preferencia económica al momento de pedir alquilada la cancha municipal.
Por tal motivo, muchos jóvenes atraviesan las calles de Pueblo Libre y se dirigen hacia distritos como San Miguel, Cercado de Lima y Jesús María buscando lugares comunes de esparcimiento y deporte para jugar en ambientes amplios y económicamente cómodos. O por el otro lado, si se decide jugar en una cancha privada, muy probablemente no se escoja una dentro de nuestro distrito, existe una posibilidad en que se alquile una chancha en Jesús María o San Miguel, más cómoda o espaciosa, con una infraestructura adecuada para realizar varios deportes a la vez. Si los jóvenes de Pueblo Libre pagan para jugar en la cancha Arcoíris, en el Circolo Sportivo Italiano, en la Asociación Estadio La Unión (AELU) o en la cancha sintética del Cuartel Bolívar lo hacen porque no tienen otros espacios públicos municipales donde poder hacerlo. Y lamentablemente, la mayoría de las canchas deportivas solo de utilizan exclusivamente para jugar futbol, dejando los otros deportes en el aire y obligando una la migración juvenil hacia otros espacios ajenos a nuestro distrito.
Aunque exista una gran cantidad de adultos mayores, la Municipalidad de Pueblo Libre debería también priorizar espacios de esparcimiento para los y las jóvenes a través de políticas juveniles que nos identifiquen no como una población minoritaria sino como aquellas personas que en 10 o 20 años potencialmente nos convertiremos en vecinos, quienes pagaremos impuestos y cooperaremos con el desarrollo de nuestro querido distrito. Ese debe ser también el compromiso que todos asumamos para las generaciones venideras en nuestra tradicional e histórica Villa de los Libertadores. ¿Será posible ese sueño? Aún nos queda mucho por trabajar.
