Por la ABOLICIÓN de las corridas de toros

Estimados vecinos, en esta columna les hablaré acerca de las aberrantes corridas de toros; no sin antes manifestar que desde muy pequeño y hasta el día de mi muerte estaré en contra de esta costumbre miserable, lucharé desde la tribuna que esté para lograr la abolición de las corridas de toros. Habiendo dejado en clara mi posición, me puedo dirigir a ustedes para que los aficionados a esta costumbre recapaciten y a los que luchamos por la ABOLICIÓN de las corridas de toros, sigamos en pié de lucha; soy un convencido que esta costumbre nada cultural desaparecerá muy pronto.

Estos espectáculos sádicos aplaudidos por algunos, encierran un sin números de secretos que cuando al trato del toro se trata; desde el maltrato previo a la corrida, hasta el sufrimiento extremo que tiene que padecer el toro dentro del ruedo. Resulta indignante el hecho de que los criadores de toros refieran que se les da una vida de lujo para mandarlos a matar, es prácticamente increíble que esas afirmaciones salgan de la boca de un ser humano pensante; pero en fin, el único animal sometido a este cruel desenlace no solo es el toro, muchos olvidan que el caballo también es obligado a sufrir las embestidas de un animal que lucha por su vida; muchas veces el caballo termina con las tripas colgando y es condenado a sufrir desangrado ante la euforia de los que pagan grandes cantidades de dinero por ver como matan a mas de un toro y aún vivo le cortan las orejas como trofeo. Si eso llega a ser racional, estamos frente a una triste concepción de la razón; por si fuera poco esa costumbre producto del complejo de querer compararnos con España, que es de donde proviene dicha costumbre, nos lleva a quitarle la vida a un animal con el vago argumento de querer ensalzar la figura del hombre por encima de la del animal; lo cual me lleva a pensar que esa horda de personajes necesitan matar a un animal para sentirse superiores.

La peor chamba que existe, sin lugar a dudas es, matar por complejo así como matar a un ser que aparte de no razonar, no tiene mayor defensa que sus cuernos; hecho que hace más despreciable dicho trabajo. #noalascorridasdetoros #abolición